PRINCIPAL BLOG PIZARRON AULAS

Diferencia entre revisiones de Actividad Fisica





Ir a siguiente diferencia →

Añadido:
Desde hace al menos un siglo existe la pretensión de sustituir a los
maestros y profesores por máquinas con la promesa similar de
simplificar las tareas, reducir costos y  limitar esfuerzos[[*15]]. La
pandemia de COVID-19 dejó al descubierto  las consecuencias del
sumidero llamado nube[[*16]]  que todo lo absorbe  con la admonición
del «adáptate o muere» darwiniano. Sin embargo, con o sin pandemia, la
((/EnseñanzaProgramada digitalización de los procesos educativos viene
avanzando desde hace mucho tiempo))[[*17]]. La carencia de
infraestructura escolar y  personal docente en los países en vías de
desarrollo ha sido objeto de análisis en los  Working Paper Series On
Mobile Learning de la UNESCO[[*18]] y de organismos financieros
internacionales[[*19]]. Resulta una obviedad que el tiempo necesario
para construir la infraestructura escolar típica con los servicios
mínimos de agua y electricidad, lleva mucho tiempo aún contando con
recursos financieros  en los presupuestos destinados a educación de
los países en desarrollo que en su mayoría cargan con abultada deuda
externa. Si se le suma la formación y contratación del personal
docente y administrativo descubrimos los argumentos de quienes hablan
de la educación como un costo a reducir, privatizar o incluso limitar,
 en el mejor de los casos. Teniendo en cuenta los bajos costos y la
facilidad de montar redes inalámbricas, distribuir en la población
dispositivos electrónicos alimentados con energía solar para acceder a
los contenidos escolares sin la necesidad de grandes planteles de
personal administrativo y docente, paradójicamente convierte a la nube
en la tierra prometida  por  los planteos de Jeremy Rifkin en
1995[[*20]].

Borrado:
Desde hace al menos un siglo existe la pretensión de sustituir a los
maestros y profesores por máquinas con la promesa similar de
simplificar las tareas, reducir costos y  limitar esfuerzos[[*15]]. La
pandemia de COVID-19 dejó al descubierto  las consecuencias del
sumidero llamado nube[[*16]]  que todo lo absorbe  con la admonición
del «adáptate o muere» darwiniano. Sin embargo, con o sin pandemia, la
digitalización de los procesos educativos viene avanzando desde hace
mucho tiempo[[*17]]. La carencia de infraestructura escolar y 
personal docente en los países en vías de desarrollo ha sido objeto de
análisis en los  Working Paper Series On Mobile Learning de la
UNESCO[[*18]] y de organismos financieros internacionales[[*19]].
Resulta una obviedad que el tiempo necesario para construir la
infraestructura escolar típica con los servicios mínimos de agua y
electricidad, lleva mucho tiempo aún contando con recursos financieros
 en los presupuestos destinados a educación de los países en
desarrollo que en su mayoría cargan con abultada deuda externa. Si se
le suma la formación y contratación del personal docente y
administrativo descubrimos los argumentos de quienes hablan de la
educación como un costo a reducir, privatizar o incluso limitar,  en
el mejor de los casos. Teniendo en cuenta los bajos costos y la
facilidad de montar redes inalámbricas, distribuir en la población
dispositivos electrónicos alimentados con energía solar para acceder a
los contenidos escolares sin la necesidad de grandes planteles de
personal administrativo y docente, paradójicamente convierte a la nube
en la tierra prometida  por  los planteos de Jeremy Rifkin en
1995[[*20]].